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Recuperar Nuestro Tiempo

La escritura de hoy: Joel 2:21-27

os restituiré los años que comió la oruga […]. Comeréis hasta saciaros… (vv. 25-26).

Mi madre me contó que había decidido no ir a la universidad para poder casarse con mi padre, pero siempre se aferró a su sueño de convertirse en profesora de economía doméstica. Tres hijos más tarde, aunque nunca obtuvo un título universitario, llegó a ser auxiliar nutricionista del sistema de salud del estado de Luisiana. Elaboraba platos para mostrar opciones de comidas más saludables; algo muy parecido a enseñar economía doméstica. Cuando me compartió su sueño, proclamó que Dios ciertamente había escuchado sus oraciones y le había dado los deseos de su corazón.

La vida puede ser igual para nosotros. Nuestros planes van en una dirección, pero la realidad va en otra. Pero con Dios, nuestro tiempo y experiencia pueden volverse demostraciones hermosas de su compasión, amor y restauración. Dios le dijo al pueblo de Judá (Joel 2:21) que le restituiría sus años perdidos o destrozados por «la oruga» (v. 25). En nuestro caso, sigue ayudándonos en los desafíos y los sueños incumplidos que enfrentamos, porque servimos a un Dios redentor que recompensa nuestros sacrificios por Él (Mateo 19:29).

Ya sea que enfrentemos un reto devastador o un tiempo de sueños sin cumplir, podemos clamar a Dios, quien restaura, y alabarlo.

Reflexiona y ora
¿Qué esperas que Dios restaure o que cumpla? ¿Cómo describirías tu actitud mientras esperas?
Dios poderoso, ayúdame a confiar en tus tiempos para cada área de mi vida.