Preparando nuestro Corazón

La escritura de hoy: Lucas 1:17

«Él irá delante del Señor en el espíritu y poder de Elías PARA HACER VOLVER LOS CORAZONES DE LOS PADRES A LOS HIJOS, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto».

«Él irá delante del Señor en el espíritu y poder de Elías PARA HACER VOLVER LOS CORAZONES DE LOS PADRES A LOS HIJOS, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto» (Lucas 1:17).

 

Las figuras de Elías y Juan el Bautista tienen elementos atractivos que nos hacen valorar sus ministerios. Fueron hombres entregados a la predicación, llamando a las personas a arrepentirse y volver a Dios. Vestidos de forma ruda, pero con una conducta intachable que hasta sus propios enemigos reconocen. Jesús mismo elogió a Juan y confirmó que este era «Elías, el que había de venir» (Mt 11:7-15).

 

Pero aunque la vida y ejemplo de Juan debe alentarnos, más  debe  admirarnos  el  trabajo  de  Dios  por  medio  de él. Hasta el mismo Juan estaría feliz de menguar su protagonismo y dejar paso para que Jesús tome el centro de la escena. Pensar en el ministerio de Juan debe hacernos reflexionar en  el  Espíritu  que  obraba  en  su  ministerio  y nuestro llamado a prepararnos para ser un pueblo siempre dispuesto a adorar al Señor.

 

Fue el Espíritu Santo quien anunció por medio de los profetas  sobre  Cristo,  sus  padecimientos  y  su  redención (1 P 1:12). Fue el Espíritu quien despertó nuestro corazón endurecido para que podamos ser sensibles a la belleza de Jesús. De una manera que apenas logramos entender, nos dio vida y nos llevó al encuentro de Cristo (Jn 3:5-7).

Reflexiona y ora
Haz una pausa para considerar la belleza de Jesús y todo lo que hizo por ti. Pídele que te ponga un corazón sensible hacia él.
Padre, acudo a ti, confiando en que me oyes porque lo prometiste.

¿Dios está Escuchando?

La escritura de hoy:1 Juan 5:13-15


… si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye (v. 14).

Cuando serví en el equipo de asistencia a la congregación de mi iglesia, una de las tareas era orar por las peticiones que dejaban escritas en el banco durante las reuniones: la salud de una tía, las finanzas de una pareja, que un nieto encontrara a Dios. Raras veces oía sobre los resultados de esas oraciones, ya que los pedidos eran anónimos y no tenía manera de saber cómo había respondido Dios. Confieso que a veces me preguntaba: ¿Él realmente escucha? ¿Sucede algo como resultado de mis oraciones?

La mayoría nos preguntamos si Dios nos oye. Recuerdo mis ruegos por tener un hijo, que no tuvo respuesta durante años. Y para que mi padre creyera en Cristo, pero que murió sin haberlo manifestado.

A través de los siglos, hay millares de ejemplos en los que Dios inclinó su oído para escuchar: los gemidos de Israel bajo la esclavitud (Éxodo 2:24); a Moisés en el monte Sinaí (Deuteronomio 9:19); a Josué en Gilgal (Josué 10:14); a Ana por un hijo (1 Samuel 1:10-17); a David para ser librado de Saúl (2 Samuel 22:7).

El clímax está en 1 Juan 5:14: «si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye». La palabra «oye» significa prestar atención y responder tras haber escuchado.

Al acudir a Dios hoy, confiemos en su oído atento. Él oye nuestros ruegos.

De: Elise Morgan

Reflexiona y ora
Haz una pausa para considerar qué fue lo último que le pediste a Dios. ¿Qué te motivó a hacerlo? ¿Cómo puedes saber que Dios te oye?
Padre, acudo a ti, confiando en que me oyes porque lo prometiste.

Un Propósito en el Sufrimiento

La escritura de hoy: Job 42:1-9


… Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job (v. 7).

«Así que dice que tal vez no sea mi culpa». Las palabras de la mujer me tomaron por sorpresa. Tras predicar en una iglesia, conversaba con ella sobre lo que había compartido esa mañana. «Tengo una enfermedad crónica —explicó—, y he orado, ayunado, confesado mis pecados y hecho todo lo que me dijeron para sanarme. Pero sigo enferma, así que pensé que era culpa mía».

Me entristeció su confesión. Le habían dado una «fórmula» espiritual para solucionar su problema, pero se culpó cuando no funcionó. Incluso, tal enfoque ante el sufrimiento fue refutado hace siglos.

Llanamente, la antigua fórmula dice que si sufres, es porque pecaste. Cuando Job perdió trágicamente su ganado, hijos y riqueza, sus amigos aplicaron esa fórmula con él. «¿Qué inocente se ha perdido?», dijo Elifaz, sospechando de la culpabilidad de Job (Job 4:7). Bildad incluso le dijo que sus hijos habían muerto porque él había pecado (8:4). Sin saber la verdadera causa de las tragedias de Job (1:6–2:10), lo atormentaron con razones simplistas para su dolor. Más tarde, Dios los reprendió (42:7).

El sufrimiento es parte de vivir en un mundo caído. Puede suceder por razones que nunca sepamos, pero Dios tiene un propósito para ti más allá de tu dolor. No te desanimes cayendo en fórmulas simplistas.

De: Sheridan Voysey

Reflexiona y ora
¿De qué otro modo ves que se usa la fórmula «sufrimiento = pecado»? ¿Por qué piensas que sigue teniendo tanta vigencia?
Médico supremo, dame palabras para sanar, no para lastimar.

Apartado

La escritura de hoy:Romanos 1:1-6


Pablo, […] apartado para el evangelio de Dios (v. 1).

Los taxis de tres ruedas de Sri Lanka, conocidos como «tuk tuks», son un medio de transporte conveniente y agradable para muchos. Lorraine, residente de Colombo, la capital, también se dio cuenta de que son un campo misionero. Un día, al subir a un tuk tuk, descubrió que el conductor entabló con mucho agrado una conversación sobre religión. Ella se dijo que la próxima vez le hablaría de la buena noticia.

El libro de Romanos comienza con la declaración de Pablo de ser «apartado para el evangelio de Dios» (Romanos 1:1). La palabra griega evangelion significa «buena noticia». Básicamente, estaba diciendo que su propósito principal era contar la buena noticia de Dios.

¿Cuál es esta buena noticia? Romanos 1:3 dice que el evangelio de Dios es «acerca de su Hijo». ¡La buena noticia es Jesús! Es Dios quien quiere contarle al mundo que Jesús vino a salvarnos del pecado y la muerte, y que nos ha elegido para ser su medio de comunicación.

Compartir la buena noticia es un privilegio dado a todos los creyentes en Cristo. «Recibimos la gracia» para invitar a otros a esta fe (vv. 5-6). Dios nos ha apartado para llevar el evangelio a todos los que nos rodean, ya sea en tuk tuks o donde sea. Como Lorraine, busquemos oportunidades para hablarles a otros de Jesús.

Reflexiona y ora
¿Qué barreras enfrentaste al compartir tu fe? ¿Qué talentos o predilecciones puedes usar para presentar el evangelio?
Señor, dame valentía y amor para hablar de ti hoy. 

Hablar, Confiar, Sentir

La escritura de hoy: Romanos 8:14-21


Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor… (v. 15).

«No hables, no confíes, no sientas era la regla con la que vivíamos» —dice Frederick Buechner en su impactante biografía Diciendo secretos—, «y pobre de aquel que la quebrantaba». Así describe su experiencia de lo que llama «las leyes tácitas de familias que, por alguna razón u otra, quedaron completamente desequilibradas». En su caso, esa «ley» significaba que no podía hablar del suicidio de su padre, ni lamentarse, lo que lo dejaba sin nadie a quien confiarle su sufrimiento.

¿Te identificas con esto? De un modo u otro, muchos hemos aprendido a vivir con una versión distorsionada del amor, que exige fingir o guardar silencio sobre lo que nos ha lastimado. Esa clase de «amor» se basa en el temor a perder el control… una especie de esclavitud.

Pero la invitación de Jesús a amar difiere de la clase de amor condicional que solemos experimentar y que siempre tenemos miedo de perder. Como explica Pablo: mediante el amor de Cristo, podemos finalmente entender qué significa vivir sin temor (Romanos 8:15) y empezar a comprender la clase de libertad gloriosa (v. 21) que es posible tener cuando sabemos que somos profunda, verdadera e incondicionalmente amados. Somos libres para hablar, confiar y sentir de nuevo; aprender qué significa vivir sin temor.

Reflexiona y ora
¿Hay «reglas» tácitas que aprendiste como condiciones para ser aceptado y amado? ¿Cómo cambiaría tu vida si creyeras que no tienes que seguirlas para que te amen?
Dios, ayúdame a vivir siendo sincero conmigo mismo y con los demás.
 

Creyentes Sabios

La escritura de hoy:Lucas 16:1-9


… los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz (v. 8).

La pandemia del coronavirus cerró escuelas en todo el mundo. En China, los maestros comenzaron a usar DingTalk, una aplicación digital que permitía tener clases en línea. Entonces, sus alumnos supusieron que si la calificación de DingTalk bajaba mucho, dejaría de estar disponible para descargarla. De la noche a la mañana, miles de calificaciones de una estrella redujeron su puntaje.

A Jesús no le agradaría que los estudiantes evadieran sus responsabilidades, pero sí admiraría su ingenio. Cuando narró la rara historia de un mayordomo que, el día que lo despidieron, recortó las deudas de los que le debían a su amo, Jesús no elogió su deshonestidad, sino que destacó su sagacidad, deseando que sus seguidores fueran así de ingeniosos: «Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas» (Lucas 16:9).

En lo referente al dinero, muchos piensan en cuánto podrían perder. Los sabios consideran lo que pueden usar. Jesús dijo que dar a otros hace ganar amigos, lo que brinda seguridad e influencia. ¿Quién es el líder de cualquier grupo? El que paga. Pero aunque no tengamos dinero, sí tenemos tiempo, talentos o un oído atento. Pidámosle a Dios que nos muestre cómo servir creativamente a otros en su nombre.

De: Mike Wittmer

Reflexiona y ora
¿A quién quiere Jesús que sirvas hoy? ¿Cómo podrías usar creativamente tus habilidades, dinero o tiempo para bendecir a esa persona?
Jesús, quiero dar a otros en tu nombre.
 

Vivir Para Servir

La escritura de hoy: 1 Pedro 4:8-11


Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios (v. 10).

Cuando Chelsea, de diez años, recibió un elaborado set de arte, descubrió que Dios usaba el arte para ayudarla a sentirse mejor si estaba triste. Al enterarse de que algunos chicos no disponían de esos elementos, quiso ayudarlos. Entonces, cuando invitó a sus amigos a su fiesta de cumpleaños, les pidió que no le llevaran regalos, sino que donaran artículos de arte y ayudaran a llenar cajas para los niños necesitados.

Al tiempo, con ayuda de su familia, comenzó una fundación de ayuda, con su nombre: Chelsea’s Charity. Les pidió a más personas que colaboraran para ayudar a más niños. Incluso, ha enseñado consejos de arte a grupos que recibieron las cajas. Tras una entrevista radial, gente de todo el país empezó a donar artículos. Esta pequeña está demostrando cómo puede utilizarnos Dios cuando estamos dispuestos a servir a otros.

Su compasión y disposición para compartir refleja el corazón de un administrador fiel. Pedro insta a todos los creyentes a ser así, teniendo «ferviente amor» al compartir los recursos y los dones que Dios les ha dado (1 Pedro 4:8-11).

Nuestros pequeños actos de amor pueden incentivar a otros a dar y servir junto con nosotros. Mientras dependemos de Dios, podemos servirlo y darle la gloria que Él merece.

De: Xochitl Dixon

Reflexiona y ora
¿Cómo puedes descansar en la ayuda de Dios para servir a otros? ¿Cómo te ha estado impulsando a servirlo en cosas aparentemente demasiado difíciles para ti?
Padre fiel, dame todo lo que necesito para servirte hoy con mis palabras y acciones.
 

Estudiar las Escrituras

La escritura de hoy: Juan 5:39-47


… las Escrituras; […] ellas son las que dan testimonio de mí (v. 39).

En su obra El conocimiento del Dios Santo, J. I Packer hablaba de cuatro creyentes famosos a quienes llamaba «castores de la Biblia». No todos eran eruditos entrenados, pero sí se esforzaban por conocer a Dios, desmenuzando la Escritura, así como un castor roe un árbol. Señaló que conocer a Dios mediante el estudio bíblico no es solo para eruditos: «Un simple lector de la Biblia y oyente de sermones, lleno del Espíritu Santo, desarrollará una relación más profunda con su Dios y Salvador que un erudito más instruido que está contento con ser teológicamente correcto».

Lamentablemente, no todos los que estudian la Biblia lo hacen con humildad y para conocer mejor al Señor y ser como Él. En la época de Jesús, había quienes leían las Escrituras del Antiguo Testamento, pero pasaban por alto a Aquel de quien ellas hablaban: «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida» (Juan 5:39-40).

¿Quedas a veces perplejo al leer la Biblia? ¿O has dejado por completo de estudiarla? Los «castores» de la Biblia son más que lectores; en oración, la desmenuzan para que abra sus ojos y corazón a fin de ver y amar a quien ellas revelan: Jesús.

De: Arthur Jackson

Reflexiona y ora
¿Qué pasajes del Antiguo Testamento reconoces que «dan testimonio» de Jesús? ¿Qué hábitos necesitas desarrollar para ser un mejor estudiante de la Biblia?
Padre, abre mis ojos para ver a Jesús en toda la Escritura.
 

Derrumbado Interiormente

La escritura de hoy: Salmo 32:1-5; Mateo 7:1-5
Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la maldad de mi pecado (Salmo 32:5).

Cuando yo era adolescente, mi mamá pintó un mural en la pared de nuestra sala de estar, que permaneció allí varios años. Era un antiguo templo griego en ruinas con columnas blancas en los costados, una fuente desmoronada y una estatua quebrada. Cuando miraba la estructura helénica que previamente había sido tan bella, trataba de imaginar qué la había destruido. Era curiosa, especialmente cuando empecé a estudiar sobre la tragedia de grandes civilizaciones que se habían deteriorado y derrumbado desde su interior.

La depravación y el desenfreno que vemos hoy a nuestro alrededor pueden ser perturbadores. Es natural intentar atribuirlo a personas y naciones que han rechazado a Dios, pero ¿no deberíamos también echar una mirada a nuestro interior? Las Escrituras nos advierten que somos hipócritas cuando llamamos a otros a dejar sus caminos pecaminosos, sin observar más profundamente nuestro corazón (Mateo 7:1-5).

El Salmo 32 nos desafía a ver nuestro pecado y confesarlo. Solo cuando reconocemos y confesamos nuestro propio pecado podemos experimentar la libertad de la culpabilidad y el gozo del arrepentimiento verdadero (vv. 1-5). Y al regocijarnos en saber del perdón completo de Dios, podemos compartirles esa esperanza a otros que están luchando con el pecado.

De: Cindy Hess Kasper

Reflexiona y ora
¿Cuál es el primer paso para identificar el pecado en tu vida? ¿Por qué es vital que lo confieses a Dios?
Padre Dios, ayúdame a examinar primero mi corazón a manifestar tu fruto con mi vida.

Cuándo Sacrificarse

La escritura de hoy:Gálatas 5:22-26
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio… (vv. 22-23 LBLA)..

Cuando la crisis de COVID-19 recién comenzaba, la preocupación de una periodista me sacudió. Se preguntaba si estaríamos dispuestos a aislarnos y cambiar nuestros hábitos de trabajo, viajes y compras para que otros no se enfermaran. «No se trata solo de recursos clínicos —escribió—, sino de nuestra disposición a sacrificarnos por otros». De repente, la necesidad de virtudes fue noticia de primera plana.

Puede ser difícil considerar las necesidades de otros mientras estamos ansiosos por las nuestras. Felizmente, hacerlo no solo depende de nuestra fuerza de voluntad, sino que podemos dejar que el Espíritu Santo que nos dé amor para reemplazar nuestra indiferencia, gozo para contrarrestar la tristeza, paz para sustituir nuestra ansiedad, paciencia para frenar nuestra impulsividad, benignidad para ocuparnos de los demás, bondad para suplir sus necesidades, fidelidad para cumplir nuestras promesas, mansedumbre en lugar de hostilidad y dominio propio para superar nuestro egocentrismo (Gálatas 5:22-23 LBLA).

El escritor Richard Foster describió la santidad como la habilidad de hacer lo que se necesita cuando necesita ser hecho. Y tal santidad se necesita todos los días, no solo en una pandemia. ¿Somos capaces de sacrificarnos por los demás?

De: Sheridan Voysey

Reflexiona y ora
¿Cuándo te sacrificaste por causa de los demás? ¿Qué necesidades a tu alrededor claman hoy por el fruto del Espíritu Santo?
Espíritu Santo, renuévame hoy para que pueda manifestar tu fruto con mi vida.